
04 Oct ¿Y SI FRACASO?
Las semanas pasadas han sido vertiginosas en muchos sentidos. Aparte de las responsabilidades personales y familiares y de las tareas propias del trabajo, el lanzamiento, promoción y venta de mi primer libro ha ocupado gran parte de mi enfoque, mi pensamiento y mis publicaciones. Un sueño cumplido tiene estas características.
Sin embargo, quiero hacer una pausa.
Existe una alta posibilidad que cuando viste la imagen de este post, tomando en cuenta que por semanas enteras no había publicado en el blog, pensaras que sencillamente se trata de una promoción adicional del libro. “¡Ahí va otra vez Miguel a hablar de su libro!”. Si eso pensaste, discúlpame. No es mi idea saturar sino comunicar, pero más allá de eso, lo que deseo en este breve escrito es compartir parte de aquello que se esconde y no se refleja en las páginas del libro. Si bien es cierto que todo libro refleja al autor, no significa que refleja todo lo que este piensa.
El fracaso es una realidad humana extremadamente poderosa. Pero también puede ser confusa. Cuando hablamos de la publicación de un libro, podemos entender el fracaso desde perspectivas múltiples y diversas. Por ejemplo, se puede considerar un fracaso que no se vendan todos los libros, pero también que no tenga buena aceptación, pero también que tenga muchas críticas negativas, pero también que esta sea tu primera, única y última publicación, y así sucesivamente.
Todos somos sensibles frente al fracaso.
Pero el fracaso puede tener distintos significados.
Por diferentes circunstancias, estoy acudiendo a terapia con una amiga sicóloga quien me está orientando sobre una posibilidad con la que me he enfrentado desde hace semanas: la eventualidad de fracasar. ¿Por qué me da pánico esa opción? En muchos momentos de mi vida ha habido cosas que no han salido, proyectos no se han ejecutado y sueños se han estancado, pero siento que ahora me encuentro en una posición de mayor vulnerabilidad. A este libro le he dedicado horas de mi tiempo, de mis pensamientos, de mis experiencias, de mis anhelos, en un sentido muy concreto estoy exponiendo el que hasta ahora es el mayor trabajo de mi carrera profesional.
Lo más revelador respecto a mi perspectiva del fracaso está asociada con el concepto de irrelevancia. Más que temerle a no vender todos los libros que tengo amontonados en un cuarto de la casa, para mí el fracaso sería que alguien dijera que el libro es irrelevante. Mi respuesta, como sospecho que les pasa a varios, podría ser más o menos como esto: si recibo 9 comentarios buenos y 1 malo, entonces mi fijación iría únicamente con ese comentario que me taladraría constantemente el pensamiento.
Lucho por rehabilitarme del perfeccionismo crónico.
Porque esa concepción del fracaso es desproporcional.
Imaginemos la situación desde un punto de vista diferente. ¿No es extraordinario que aunque sea una persona reciba esperanza, ánimo, gracia por tinta impresa en un papel? ¿Qué pasa si esa persona necesitaba escuchar esa idea para dar un paso adelante en su peregrinaje?
Con frecuencia nuestra concepción del fracaso nos hace ciegos frente a pequeños milagros. Porque existe una posibilidad muy alta de que no cambies el mundo, pero quizás puedes hacer mejor el mundo de una persona. Eso puede hacer la diferencia. Puede que existan personas que no se identifiquen con lo que escribo, tal vez haya algunos que hagan comentarios mordaces porque se envalentonan detrás de la pantalla de un computador, posiblemente no marque la vida de otros… pero a lo mejor sí la de alguien.
Y ese es un milagro que vale la pena agradecer.
Porque un milagro, por simple que sea, jamás será un fracaso.
©MiguelPulido
Loida Barbosa
Posted at 06:56h, 05 octubrePor lo general nuestra idea de fracaso está directamente ligada con nuestra idea del éxito, y ya está claro que nuestro concepto del éxito es muy diferente al de Dios. Por lo tanto, el del fracaso también es bien diferente y errado. Nunca será un fracaso que te hayas dejado usar por Dios para ayudarnos a entender un misterio tan grande. Misterio que por ser mal entendido hoy tiene iglesias llenas de personas que se consideran peligrosamente salvas, sin serlo. Dios premiará tu fidelidad.
Joan Perez
Posted at 21:25h, 06 octubreRecuerdo un día cuando que me dijiste algo que hasta ahora empiezo a entender y que de hecho ahora sólo puedo parafrasear: Debes abandonar la ilusión de control. La relevancia de un comentario como ese nunca había sido tan clara para mí como lo es ahora. Recuerda Romanos 8, Migue. Sabes bien que él esta contigo en todos tus pasos, y me refiero a TODOS. No puedo decirte mucho más, ya todo esta dicho.
Pero como el amigo que has sido para mí y para muchos de tus hermanos en nuestro amado padre. Te quiero decir, que no olvides donde esta tu corazón.
Igual, pronto cuadraré para conseguir una copia de tu libro y darte mi humilde opinión. A fin de cuentas ¿Qué otra cosa podría ofrecerte que él mismo no este dispuesto a darte?
¡Confía en el amor de tu padre!