15 Dic Yuliana
Tristemente, todos sabemos lo que ocurrió. La perversidad de un ser humano atravesó los límites de cualquier parámetro ético, cegando cruelmente el destino de una pequeñita cuyo nombre está marcado ahora en nuestro corazón. Yuliana fue víctima inocente de la atrocidad a la que puede llegar alguien incapaz de frenar sus deseos más oscuros. La maldad no discrimina estratos sociales ni posiciones económicas.Obviamente, las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar. Como una válvula de escape, la sociedad descargó allí su indignación contra Uribe Noguera y...