EL SEÑOR ES MI PASTOR, ¿NADA ME FALTARÁ?
Quizás es uno de los versos más conocidos de todo el libro de los salmos. Cientos de personas pueden citarlo de memoria. Otros tantos lo usan en strickers para los carros, cuadros para la casa o imanes para la nevera. La frase es consoladora: “El Señor es mi pastor, nada me faltará” (Salmos 23:1). Sin embargo, la experiencia nos genera preguntas. Porque, reconozcámoslo, la escasez nos ha visitado. No hablemos solamente de los recursos materiales o económicos, ya que nuestra perspectiva está distorsionada frecuentemente por la codicia. Pero ¿has tenido ocasiones...