PARA TODOS O PARA NADIE
Si ya descifré completamente a Jesús, probablemente ya no es Jesús de quien estoy hablando. Esta es una idea que tengo incrustada en mí, una especie de predisposición en la que anclo mi acercamiento a Jesús. No lo hago desde el punto de vista de relativizar a Jesús o de mantenerme en un eterno descontento contra todo lo que suene a sistema, sino más bien desde la aceptación de que es un misterio, un mar interminable en el que seguiré navegando, que él es un León salvaje que...