IGLESIA Y DESOBEDIENCIA CIVIL
En el año 2016, por la gracia de Dios, fui invitado a un evento que reunía pastores jóvenes de todo el planeta con el propósito de pensar, compartir perspectivas, soñar juntos y establecer relaciones significativas de cara al futuro. Nos fue asignado un grupo pequeño según el número en nuestra escarapela. Cuando llegué a la primera reunión, ya estaba allí un hombre de China. Nos vimos, nos saludamos y empezamos a charlar. Noté que su escarapela tenía un sello particular: una cámara tachada, como una prohibición. No podía tomarme...