Decisiones, Jesús / 11.03.2010
¡Ay, Mi Corazón!
Marcos 7:1-23 presenta una disputa entre los fariseos y saduceos con Jesús. Lo que le reclamaban es que sus discípulos (los de Jesús) no se lavaban las manos para comer, lo cuál hacia que sus manos fueran inmundas a la hora de ingerir alimentos. ¡Estaban yendo en contra de la tradición de los ancianos! Por eso ellos (fariseos y saduceos) no sólo se lavaban, sino que trataban de purificar todo lo que eventualmente llegara a tener contacto con los alimentos. Así no se contaminaban. ¡Eso sí era santidad...