Jesús / 05.08.2010
En El Silencio
Aquí estás. Nadie habla. La noche es densa, fría, indiferente. Puedes ver su espalda temblando por el frío…pero no es sólo el frío. Parece que hay algo más dentro de ese hombre. Su fuerte cuerpo de carpintero tiembla como el de un niño indefenso. Es terriblemente humano en esta noche. Atrás quedaron las tardes gloriosas en las que miles de personas lo seguían para escucharlo. ¡Qué tiempos aquellos! Pero quedaron atrás. Son simples recuerdos. Y el pasado nunca es suficiente para sobrellevar...