Dios, Jesús / 06.08.2011
¡No Tengo A Dios!
No tengo a Dios. Pero sí tengo un dios. No tengo al Dios del que la Biblia habla; ¡no puedo hacerlo! Yo no puedo contener en mis pequeñas manos a Aquél que es más grande que el Universo mismo. De hecho, según la Biblia, Dios nos tiene a nosotros, no nosotros a él: él sostiene al mundo—lo cual, por supuesto, nos incluye—en su mano. Tal vez “tengo a Dios” sea sólo la expresión de un devoto religioso. Quizá sea solamente parte de nuestra...